Actualidad del CD BADAJOZ SAD
DOS REGALOS QUE PUEDEN COSTAR CARO
CD Badajoz SAD 0-2 Compostela. Señoras y señores, estas son las orejas del lobo. El CD Badajoz SAD cosechó hoy una nueva derrota de esas de las que antes de los partidos se antojan impensables y después se sueñan recuperables, porque no queda otra que levantar la cabeza y seguir confiando. Dos garrafales errores defensivos han servido poco menos que para regalar los tres puntos a un Compostela que aún se pregunta qué ha hecho hoy para merecer esto. En una tarde de perros, con auténtico diluvio que acabó con las esperanzas de casi todos los héroes que poblaban las gradas no cubiertas del Nuevo Vivero, los hombres del “Zurdo” López han vuelto a tropezar frente a uno de los que se suponen rivales directos por la salvación, y se hunden un poco más en el barro de los puestos de descenso.
La tarde, de por si, se presentaba oscura. La gran cantidad de agua caída sobre el césped del estadio pacense había transformado el tapete del Vivero en una verdadera pista de patinaje. Afortunadamente, el drenaje del campo cumplió a la perfección y lo único que hubo que lamentar fue que el esférico circulara a una velocidad endiablada, poniendo en serios apuros a los jugadores de uno y otro bando que quería ponerlo en el piso. A esto hubo que sumar el auténtico vendaval que se levantó sobre el terreno pacense tras el descanso. Mantener la verticalidad era poco menos que imposible. Con este panorama, los jugadores del Compostela parecieron hacerse mejor al estado del terreno de juego, pero, sobre todo, supieron asegurar la victoria al aprovechar las ventajas que el destino les brindaba.
El partido de hoy, con ese panorama, era de cero a cero. Ninguno de los dos equipos lograba trenzar jugadas de verdadero peligro, parte por las condiciones del campo, parte por demérito propio. Los veintidós jugadores eran conscientes de que las florituras mejor dejarlas para otro día, y el partido pareció perderse en la lucha sin cuartel en la zona ancha, librada por Jorge Zafra y Mantecón por un bando y Adriano y Lima por el otro. Y muy poquito más que contar.
Del resultado inicial, tal y como los equipos se comportaban sobre el terreno de juego, sólo podía sacarnos un error de las defensas. Y en eso, el Badajoz hizo hoy pleno. Dos jugadas calcadas, tras rechace de la zaga a la salida de un córner, y salida en bloque en busca del fuera juego, un segundo más tarde de lo que el arriesgado sistema necesita. El resultado: Maikel sólo ante Poli con tiempo para pensar por dónde deshinchar las ilusiones pacenses.
El primer tanto –minuto 43, psicológico donde los haya...- sirvió para sembrar el desconcierto en el cuadro local. Quedaba todo un tiempo por delante, pero entonces fue cuando Eolo decidió convertir en condena jugar con el viento a favor. Los pases profundos del centro del campo albinegro cobraban una velocidad que hacía imposible para los delanteros concretar el dominio. El segundo zarpazo de Maikel, fue suficiente para hacer caer la voluntad de un equipo no muy sobrado de confianza con el paso de las jornadas. Lo triste es saber que, de nuevo, el Badajoz no fue hoy peor pero no pudo evitar regalar la victoria.
A día de hoy ya sabemos una cosa: abril no será el mes de la salvación. Quedan once partidos, 33 puntos en litigio y espacio suficiente para la mejora. Sin duda, ahora sí que hay que hablar de finales, en un momento en el que el escalón que separa a los pacenses de los puestos tranquilos se hace un poquito más alto. No queda otra que seguir luchando en la seguridad de que el equipo que vimos hoy está muy lejos de la mejor versión de si mismos que estos hombres nos han mostrado hace apenas quince días. Nos queda imaginar un Nuevo Vivero lleno, empujando a sus jugadores como en partidos anteriores a dar lo mejor que llevan dentro –que es mucho- de aquí al temido mes de junio. Quizá es mucho soñar, pero al menos a mi me parece lícito...